lunes, 31 de agosto de 2015

Reflexionemos: Mito del amor romántico y apasionado en "La última niebla"


"Mi amor por él es tan grande que está por encima del dolor de la ausencia. Me basta saber que existe, que siente y recuerda en algún rincón del mundo" (La última niebla).

película bombal y mito del amor romático y apasionado de la última niebla

Tras leer y reflexionar sobre la novela La última niebla, se nos hace presente este mito del amor romántico que a las mujeres se nos vende desde siempre y por todos lados. Ya de  pequeñas nos lo presentan en los cuentos y películas de princesas, y de adultas, nos lo venden en las denominados chick flicks y en los libros como Las 50 sombras de Grey, donde nos exponen que el "amor" todo lo puede cambiar. Es decir, constantemente han expuesto una imagen del romance que nos hace subir los estándares del amor y llega un momento en que nos vemos insatisfechas, al igual que la protagonista de La última niebla. Ella, tras un matrimonio por fachada y una vida monótona, busca la pasión de sentirse mujer en la fantasía del romance pasional, ella busca en un hombre, casi desconocido, experimentar el deseo de ser una persona realizada y que la compañía de ese amante la haga vibrar y la satisfaga más allá que el sexo, sino que en todo lo que ser mujer significa. En pocas palabras, nos está exponiendo que la mujer, gracias a otra persona logra afianzar su identidad y puede sentir la pasión por vivir, pues el amor es el eje central de todos los actos.


María Luisa Bombal o una difícil travesía (del amor mediocre al amor pasión) por Soledad Bianchi.

La última niebla por María Luisa Bombal


Por Fernanda Troncoso.

jueves, 27 de agosto de 2015

Autor: María Luisa Bombal

¿Quién es María Luisa Bombal?
“¿Por qué, por qué la naturaleza de la mujer ha de ser tal que tenga que ser siempre un hombre el eje de su vida?" María Luisa Bombal
Un vídeo que nos manifiesta de forma creativa la personalidad de esta apasionada escritora, quien se centro en plasmar en sus obras la interioridad de sus personajes femeninos, jugando siempre con la imaginación y ese estilo onírico.

lunes, 24 de agosto de 2015

Hombres necios que acusáis...

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?

Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.









Yo, la peor de todas
Por Sor Juana Inés de la Cruz

Autor: Teresa Wilms Montt

"Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la tuya. Yo también tuve el privilegio de ser mujer. Es difícil ser mujer en este mundo. Tú lo sabes mejor que nadie. Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida. Destilé mujer. Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo. Cuando me dieron la espalda, yo di la cara. 
Cuando me dejaron sola, di compañía. 
Cuando quisieron matarme, di vida. 
Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad. 
Cuando me amaban sin amor, yo di más amor. 
Cuando trataron de callarme, grité. 
Cuando me golpearon, contesté. 
Fui crucificada, muerta y sepultada por mi familia y la sociedad. Nací cien años antes que tú y sin embargo te veo igual a mí. Soy Teresa Wilms Montt, y no soy apta para señoritas".

Teresa fue una apasionada y controversial poeta chilena, muchos dicen que fue adelantada para su época y otros la tachan de irreverente, por eso la censuraron por mucho tiempo. Solo a mediados de los años noventas salió a la luz su biografía y tiempo después su obra completa, gracias a Ruth González Vergara. Para conocer más de esta poeta, en el año 2009 se estreno una película basada e su vida bajo la dirección de Tatiana Gaviola.


"Soy yo desconcertantemente desnuda, rebelde contra todo lo establecido, grande entre lo pequeño, pequeña ante el infinito…" Teresa.



  • "Inquietudes sentimentales" por Teresa Wilms Montt.




  • "Lo que no se ha dicho" por Teresa Wilms Montt.

sábado, 22 de agosto de 2015

¿Estilo de escritura femenina o literatura femenina “a secas”?

Como menciona Marta Traba, al hablar de literatura femenina se suele pensar que se está hablando de un espacio literario distinto que alberga un discurso de inferioridad dominado por la cultura falocéntrica. Sin embargo, la autora nos aclara como primer punto que descarta esa pseudo división que socialmente pone a la mujer como la pasional-emotiva y al hombre como el intelectual-racional, sin la intención de imponer a la mujer en contra, sobre o bajo la “literatura masculina”. Además, plantea que la mujer carece de entrenamiento para pensar por síntesis y abstracción, por esa razón ellas escriben desde un espacio confuso y espontáneo, debido a que hay más preocupación por la estética y no tanto por el signo lingüístico. Esos son los puntos que Traba desarrolla en su hipótesis, finalizando con que la mujer debe aceptar esa diferencia al escribir y que a la sociedad hay que enseñarles a leer correctamente.

Tras los planteamientos de Marta Traba a mí me surgen dos reflexiones:

1.-Hay cierta relación de degradación en su hipótesis ya que de manera “inconsciente” –o consciente- la autora al partir defendiendo tan fehacientemente esta “diferencia de escritura”, termina dando la razón a esa sociedad patriarcal que segrega a las minorías y sobre todo la diferencia que se encuentra en la escritura. Aunque ella no toma en cuenta que no todas las escritoras escriben desde una perspectiva femenina (pasional) y tampoco los hombres escriben siempre de una perspectiva masculinas (racional), siempre hay matices que desde la novela moderna vienen desplazando los límites que solían estar establecidos. Por lo tanto, me termina produciendo cierto rechazo la manera en la que ella sigue marcando la diferencia que, de cierto modo, ella busca deshacer, pues Marta degrada la producción textual femenina porque vuelve a catalogar lo femenino como un discurso de alta emotividad sin empoderarlo. Ella sigue marginando lo ya establecida y utiliza el recurso de que hay que enseñar a leer ese “tipo” –lo femenino- de literatura, pero la realidad expone que no hay diferencia de escritura ya que los hombres pueden lograr una escritura “femenina”.

2-Por otro lado, si hago una re-lectura podría retomar el tema sobre la diferencia que tanto destaca Traba, para así observarlo desde la perspectiva del medio literario, con esto quiero decir que el que se delimite tanto esa degradación, es porque tiene una relación directa con la forma en que aquel circulo de “intelectuales” –en general las editoriales- suele privilegiar y darle más valor a aquellas obras que son producidas por hombres. Es decir, en la época de Traba y en la actualidad el círculo de grandes escritoras femeninas suele ser muy reducido emplazando a las mujeres a una inferioridad. Así que habría que plantear a la sociedad como el problema, pues esta le da muy poco valor a la mujer y esa observación se puede dar en todos los ámbitos de la vida. Sucede que la mujer es la que se degrada social y laboralmente en objeto, madre, esposa, hija, amiga, hermana y luego de, un sinfín de relaciones, ella se ve como mujer. En cambio, el hombre es simplemente hombre. Ante todo lo anterior, podría entender que las mujeres buscarán posicionar una escritura diferente para el empoderamiento de aquellos que se han sentido marginados.

Un ejemplo nacional que me surge sobre marginalidad de “literatura femenina” es Gabriela Mistral, pues suele suceder que en la educación escolar se enseña a esta autora resaltando mucho su rol de profesora y siendo reducida su gran obra a la poesía infantil y a las rondas. Ahí es donde encuentro una gran degradación que no sucede con los escritores masculinos del país -ejemplo cercano, Pablo Neruda-, pues poco es el interés que se presenta hacia Mistral. Gabriela fue poetisa, diplomática, feminista, comunista y pedagoga chilena, que con su obra presento mucho interés en los temas sociales. Solo se reduce a ser la primera mujer latinoamericana en ganar el nobel de literatura, pero no todos saben ¿por qué ganó aquel premio? ¿Qué marcó la diferencia en su literatura? Esas preguntas no suelen ser respondidas, menos en el colegio.

Con aquello, solo me resta decir que tal vez sí exista un estilo de “escritura femenina”, pero aún no existe un empoderamiento social de destacar más a las escritoras, independiente de su estilo de escritura. Un buen libro no siempre viene de escritores masculina, además ¿quién lo denomina buen libro? Hay mucha diversidad y mucho público, por lo que es la sociedad –principalmente el mercado de las editoriales- que tal vez sí necesitan darle espacio a esa denominada “literatura femenina” y tal vez no solo va a abarcar a las mujeres, sino todo escritor marginada.


Por Fernanda Troncoso Alarcón.

¿Existe o no una literatura de mujeres?

Es posible discutir en torno a si existe o no una literatura de mujeres, ya que por lo general, este tipo de disputas superpone una base social y cultural en torno a dicha problemática. El problema es el siguiente, ¿qué pasaría si les dijéramos que dicha literatura de mujeres está conformada a partir de los mismo estereotipos que marginan y enmarcan la vida de una mujer? Pareciera ser que cuando uno pregunta a otra persona: “¿qué estás leyendo?” y te responden: “algo romántico, algo como para mujeres” es una respuesta que te entrega un espectro gigante de entendimiento, pero en la realidad ¿qué significa que sea para mujeres, es verdaderamente una respuesta factible y satisfactoria, o sigue siendo vaga y la pregunta sigue sin ser respondida? Por lo general, se le sigue asociando al género femenino ciertas atribuciones que no representan ni siquiera un porcentaje significativo del género, más bien, se le dan atribuciones que están entregadas por el patriarcado.

A partir de esta inquietud, nos surgió la duda de si en realidad hay una literatura para mujeres, y si ello fuera cierto, qué significa su existencia. Partamos por la base de que socialmente se cree que una mujer pone atención a los detalles, por lo tanto, se suele pensar que una mujer tiende a escribir descriptivamente el espacio y la acción de cualquier tipo de relato, ya sea una novela, un cuento, una carta o un diario, el problema con este tipo de aseveración es que no se piensa en las excepciones, generalmente, se clasifica y categoriza a una determina masa y se suele cree que dicha masa actúa por siempre y para siempre igual, tal vez ese es un problema que trajo la industrialización y la cultura de masas, fue uno de sus efectos secundarios, pero he aquí el principal problema con la generalización, normalmente excluye, y excluye (en este caso) a autores como Gustave Flaubert, Fiódor Dostoievski, Antón Chéjov, Émile Zola (todos pertenecientes al realismo y naturalismo europeo), quienes son reconocidos y recordados por el abundante detalle y descripción de sus obras. Por otra parte, podemos poner a la palestra, a la mismísima Virginia Woolf, quien por su excelente narrativa era llamada la “pequeña Joyce” (por James Joyce), lo interesante de esta escritora es que rompe el esquema y evidentemente no escribe “literatura femenina”, o más bien, no escribe “el típico estereotipo femenino” y por ello es considerada una copia de Joyce, ya que (y al parecer), no puede ser considera una escritora como tal si no es porque está imitando a otro escritor (de preferencia un poseedor del género masculino).

A propósito de las palabras de Sara Castro-Klarén, el sexismo existe en la sociedad patriarcal por diversas razones, y muchas de ellas porque unos son criados como un género superior al otro, y evidentemente, el otro como uno inferior. Y esta dicotomía lleva a pensar en una identidad femenina, una identidad que tiene que ser creada a partir del rol de la mujer en una sociedad falo-céntrica, pero ¿cómo crear una identidad, si siempre hemos sido la contraposición del hombre? Sólo existimos a partir de ellos, nuestra existencia se ve reducida de tal manera, que no es una sorpresa encontrar una categoría como “literatura de mujeres”, literatura que sin duda, es una contraposición a la “literatura a secas” (Marta Traba).

Entonces, sólo queda preguntarnos, ¿es necesario poseer un literatura de mujeres? Porque si esto fuera cierto, quiere decir que una vez más nos encontramos en una pertenencia y vínculo con el falo-centrismo, pues, generalmente, esa literatura está creada para satisfacer a los excluidos y dejados de lado por el patriarcalismo, esta creada para satisfacer a las otras, a las que no pueden ser parte de la literatura a secas.

Por Loreto Ramírez Ponce.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Presentación.

El objetivo de este blog es crear una diálogo actualizado y contingente sobre la cultura e identidad de género en la sociedad, tratados a partir de las teorías feministas y queer. Por otra parte, nuestro material de estudio se centrará en las diferentes áreas que conforman la sociedad contemporánea, esto quiere decir que, en este blog se trabajará con material literario, audiovisual y artístico, ya que en cada una de estas aristas se puede hablar y observar los diversos problemas que acechan los estudios de género.